Nuestros caídos… muertos o desaparecidos.

No es el vacío que dejan los que se van,
es la ausencia lo que duele.

 
La ausencia del instante compartido,
el sueño fugaz de la permanencia absoluta.

Duelen los ojos que llueven la partida,
ideario de la terrible abatida...

[Shimara Magaly, nov. 2010]

 

Hoy Emilio Álvarez Icaza, escribió en su columna de El Universal:

… el día de ayer se presentó una particular coincidencia. Casi al momento que daba inicio la Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad, en Cuernavaca, tembló en gran parte del territorio nacional. Ojalá esta coincidencia signifique también una fuerte sacudida ciudadana que ayude a la transformación del actual estado de las cosas. La transformación de una realidad profundamente dolorosa, que se hace aun más cuando se ven los pocos costos que pagan quienes transgreden la ley u optan por la corrupción como forma de vida, la que se ahonda al ver que esas prácticas se realizan incluso desde el servicio público…

 

¡Estamos hasta la madre! es la consigna que lanzo Javier Sicilia el pasado 3 de abril –después del brutal asesinato de su hijo- a través de su Carta abierta a políticos y criminales, publicada en la Revista Proceso. Consigna llena de indignación, que pretende sensibilizar a la población y busca adeptos a la marcha que llegará a la Ciudad de México el domingo 8 de mayo. Movilización que se vuelve urgente y necesaria. Pero no basta con ir a la marcha, como sociedad civil, como mexicanos, como habitantes extranjeros en este país, tenemos la obligación de hacer un ejercicio de conciencia y aceptar nuestra responsabilidad dentro de “la violencia y desmadre generalizados” [como la llama mi amigo AlexRed en su blog], que vivimos actualmente.

Álvarez Icaza, nos habla del dolor profundo que nos embarga, el cual se agudiza al ver la impunidad al rededor de la corrupción. Sin embargo, cabe decir que la indiferencia y la apatía también son rostros de corrupción e impunidad social, son un delito “moral” –por llamarlo de alguna forma- que cometemos todos los días.

No es suficiente con salir a la calle y marchar unas horas para después devolvernos a casa, seguir cruzados de brazos, indiferentes, impávidos, permitiendo se dobleguen nuestros derechos, autocensurándonos. No se vale ir sólo a “hacer bola” o porque “está de moda". Tenemos ya que dejar de ser “la sociedad dormida”, dejar de lado esa “pasividad activa de ignorar al otro”. El primer paso, tal vez, es ir a la marcha este domingo 8 de mayo, convencidos de que las cosas pueden cambiar porque las vamos cambiar. Asumir que la solución no vendrá de la élite en el poder [empresarios y políticos], nos corresponde a nosotros, ciudadanos, artistas, periodistas, doctores, abogados, estudiantes, a la población en general.

Es hora de tomar las riendas de nuestro destino, de organizarnos entre vecinos, de adquirir la cultura de la denuncia, de exigirle a las autoridades, de señalar a los corruptos. Todavía estamos a tiempo, debemos hacerlo antes de que la política terrorista, que ha sido instaurada en el norte del país, se extienda al resto del territorio nacional. Nuestros caídos… muertos o desaparecidos, nos gritan también: ¡Estamos hasta la madre… de tanta indiferencia… de este miedo que nos lastima!

Marcha Nacional por la Paz. 8 de mayo, 8 hrs. De Ciudad Universitaria al Zócalo.

 

Hoy, Personajes Subterráneos se viste de luto, Cristian Torres, amigo, hermano, primo, hijo, padre, amante, Director Administrativo de este espacio, fue alcanzado por la violencia que se vive en nuestro país. Descanse en paz.

Kika Larousse
Editora.